DECLARACIÓN DE FE
¿En qué creemos?
Declaración de Fe del Movimiento Cristiano y Misionero
Las Sagradas escrituras.
Creemos en las sagradas escrituras, antiguo y nuevo testamento, compuesto por 66 libros como dado originalmente por Dios, inspirados divinamente , infalible, digna de entera confianza, y la autoridad suprema en materia de fe y conducta. (2da de Pedro 1:21; 2da de Timoteo 3:16 y 17, Romanos 15:4)
Dios
Creemos en un solo Dios verdadero, eternamente existente en tres personas Padre, Hijo y Espíritu Santo, iguales en naturaleza, atributos y perfecciones. (1ra Corintios 8:6; 1ra Timoteo 2:5; Hechos 5:3-5; Mateo 28:19; Juan 15:26)
El Señor Jesucristo.
Creemos en nuestro Señor Jesucristo, coeterno con el Padre, Dios manifiesto en carne, engendrado por el Espíritu Santo, su nacimiento virginal, su vida humana sin pecado, sus milagros divinos, su muerte en vicario redentora, su resurrección corporal, su ascensión, su obra mediadora e intercesora y su regreso en gloria y poder (Lucas 1:34 y 35; Romanos 4:25, Tito 2:13; Hebreos 7:25, 1ra Tesalonicenses 4:15-17; Apocalipsis 20:6).
El Espíritu Santo.
Creemos en el Espíritu Santo, único vicario de Cristo en
la tierra, quién redarguye al mundo de pecado y obra la regeneración en los creyentes en Cristo, dándoles el poder de vivir victoriosamente (Juan 16:8-11, Romanos 8:2), llenando al creyente de su presencia por medio del bautismo con la evidencia de hablar en nuevas lenguas; y la operación de dones y ministerios (Hechos 1:8; 2:1-4, 10:44-47, 1ra Corintios 12:45).
La Salvación.
Creemos en la salvación del hombre perdido y pecaminoso, por medio de la sangre del Señor Jesucristo, por la fe, no por obras sino por la gracia de Dios través de la regeneración por el Espíritu Santo que produce buenas obras (Juan 3:3-5; Romanos 3:23; 2da Corintios 5:17, Efesios 2:4-10; 4:22-24; Tito 3:5)
Bautismo en aguas.
Creemos en el bautismo en aguas, como mandato del Señor debe ser realizado por inmersión y en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mateo 28:19-20; Romanos 6:4).
La Iglesia
Creemos en la Iglesia es un organismo espiritual único, formado por todos aquellos que han sido regenerados por el Espíritu Santo, que confiesan a Jesucristo como Señor y Salvador. (Efesios 1:22-23, 4:15-16, 1ra Corintios 10:17; 12:20-27; Colosenses 2:17-19; Romanos 12:4-5)
Santa Cena.
Creemos que la cena del Señor, como signo de comunión, debe ser realizada en obediencia a su mandato hasta que El venga, (Lucas 22:14-20; 1ra Corintios 10:16-17; 11:23-26)
La Sanidad.
Creemos que la obra redentora de Cristo provee sanidad para el cuerpo humano a todo aquel que cree (Isaías 53:4-5; Mateo 8:16-17; Hechos 10:38).
La resurrección.
Creemos en la resurrección corporal de Cristo y en la resurrección de los salvados y los perdidos. Aquellos que son salvos, a la resurrección de vida y aquellos que son perdidos, a la resurrección de condenación (Juan 5:27-29; Hechos 4:1, 1ra Corintios 1:52; Apocalipsis 20:4-6; 20:11-15).
El discipulado.
Creemos en la práctica del discipulado seminarista como sistema bíblico para la preparación, instrucción y capacitación intelectual, espiritual y doctrinal de los futuros pastores en cada Iglesia (2da Timoteo 2:2; Mateo 8:19 y 20).
EL ARREPENTIMIENTO Y LA CONFESIÓN DE LOS PECADOS
Lo primero que debe hacer una persona, sea de las que se consideran buena gente o no, es reconocer que es pecador, que por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios y profesar un sincero arrepentimiento, como dijo el mismo Jesús nacer de nuevo. En su primer discurso público, el apóstol Pedro hizo un llamado a una gran multitud de personas y sus palabras fueron arrepentíos y convertíos para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerios, Hechos 2.38 y 3.19.
EL NUEVO NACIMIENTO EN CRISTO
De modo que si alguno esta en cristo Jesús, es nueva criatura, las cosas viejas pasaron y son hechas nuevas. El nuevo nacimiento implica que ya se deja de ser hijo de pecado y somos transformados en hijos de Dios y como tales, somos herederos juntamente con nuestro señor Jesucristo del reino de los cielos. Efesios 4.24.
LA SANTIFICACIÓN
Es el proceso mediante el cual somos renovados como dice el verso bíblico de Efesios 4.24, Según 1 de Tesalonicenses 5.32 que el espíritu de Dios es el que nos santifique y por completo, todo nuestro ser, espíritu, cuerpo y alma y nos guarda irreprochable para la venida de nuestro señor Jesucristo. Todo cristiano, tiene la encomienda de seguir la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie vera al señor, otro verso bíblico lo pone más claro y dice que en cuanto dependa de nosotros, estar en paz con todos.
SOBRE EL BAUTISMO TANTO EN AGUA COMO EN ESPÍRITU SANTO
Si bien hay iglesia que sólo tienen el bautismo en agua, pues nosotros también creemos en el bautismo en Espíritu Santo y fuego: El bautismo en agua Si el mismo Jesucristo, se bautizo, cuanto más los hombres y mujeres que decimos ser sus seguidores, sobre el bautismo en agua véase en Mateo 28, 19-20, el bautismo de cristo, esta en Juan 3,21-22. La gran mayoría de las congregaciones, tienen la idea de que no se debe bautizar un creyente nuevo, sin antes pasar por un proceso de aprendizaje de la doctrina de tal congregación, la verdad es que se justifican diciendo que no pueden darle los privilegios de miembros, sin que antes estén capacitados para hablar desde un púlpito. Lo que ha pasado es que se a confundido el bautizar una persona y reconocerlo como miembro de una iglesia, esto es un error muy grave el tener a un creyente que por no ser bautizado, no es miembro de laiglesia, pero que hace rato su nombre esta inscrito en el libro de la vida y es miembro del reino de los cielos. Muchas congregaciones evangélicas enseñan que si ser bautizado, no se puede ir al cielo, pero no te bautizan si no tienes varios meses en la iglesia y pasas por los talleres de enseñanzas doctrinales. Repito, se puede bautizar a una persona justo en el momento en que realiza la conversión, lo que esto no lo califica para dar enseñanzas desde el púlpito, espero que un día las congregaciones evangélicas aprendan esto.
EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO Y FUEGO
Fue el mismo que bautizo a nuestro Señor Jesucristo, Juan el bautista quien declaró que después de él vendría uno que bautizaba con Espíritu Santo y Fuego. Sí los cristianos de las iglesias que abrasamos esta doctrina, tenemos el privilegio de ser bautizados por el mismo hijo de Dios. Juan 1,33-34 y Hechos 1.8. y Hechos capitulo 2.